Gisella Canales
Experta en educación financiera
Las remesas son mucho más que un ingreso: significan una muestra de esfuerzo y cariño de quienes emigraron para apoyar a sus familias. Cuando empezamos a recibir este nuevo ingreso, podemos ser dominados por las ganas de gastar en cosas que antes no podíamos, por ello, administrarlas correctamente y resistir la tentación de gastarlas impulsivamente compensa el esfuerzo de tus familiares que, con su trabajo contribuyen al bienestar de la familia.
Aprovechar al máximo las remesas es posible con una buena estrategia, de modo que cada envío de dinero se vuelva una oportunidad para construir un futuro financiero más estable y seguro. Es por ello que hoy te traemos una guía para aprovechar tus remesas:
1. Establecer prioridades financieras para el hogar
Hacer un presupuesto y definir claramente a qué se destinará cada remesa es el primer paso para evitar gastar en asuntos innecesarios. Para lograrlo crear una lista de prioridades —como la alimentación, vivienda, educación o salud— ayuda a enfocar el dinero en lo esencial, cubriendo así las necesidades básicas antes de pensar en gastos secundarios.
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2. Reservar una parte de cada remesa para el ahorro
Aunque puede parecer difícil, el ahorro debería ser una prioridad. Reservar al menos una pequeña parte de cada remesa para un fondo de emergencia es un buen paso para iniciar. Conviene considerarlo como un respaldo para imprevistos que pueda darle estabilidad a tu familia. Al crear este hábito se reduce el impulso de gastar en cosas innecesarias, ya que tendrás en cuenta que tiene un propósito específico.
3. Invertir en educación y capacitación
Invertir en educación es una excelente manera de utilizar las remesas de forma productiva y con visión de futuro. Al utilizar el dinero en algo que genere crecimiento personal o profesional, evitarás la tentación de gastarlo impulsivamente en artículos de lujo o en entretenimiento que no aporta a largo plazo.
4. Emprender
Utilizar las remesas para iniciar un emprendimiento puede ser una buena estrategia para frenar el gasto impulsivo. Cuando se invierte en un negocio, el dinero se convierte en una fuente de ingresos estable, lo que ayuda a crear una mentalidad de inversión en lugar de consumo. Además, estar ocupado en este propósito reduce el tiempo y el deseo de gastar en cosas que no son necesarias.
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5. Considerar el pago de deudas y mejoras en el hogar
Asignar una parte de las remesas a la reducción de deudas es otra forma de minimizar el gasto impulsivo. De esta forma, se liberan recursos para el futuro y reduce el estrés financiero. Por otro lado, realizar mejoras en el hogar aumenta el valor de tu propiedad, estarás invirtiendo en el bienestar de tu familia y en un activo duradero
6. Definir metas a mediano y largo plazo
Establecer objetivos a largo plazo, como comprar una casa o construir un fondo educativo, mantiene la motivación para ahorrar y reduce las ganas de gastar. Cada vez que llega la tentación de realizar un gasto impulsivo, es importante recordar que esos recursos pueden ayudarte a cumplir metas significativas que mejoren la calidad de vida de tu familia y contribuyan al bienestar económico de todos.
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Más tips para evitar gastos impulsivos
Evitá tener grandes cantidades de efectivo en casa: esto puede reducir el riesgo de gastos innecesarios.
Mantené una lista de tus metas: colocar tus objetivos en un lugar visible de tu hogar para recordarte la importancia de ahorrar.
Realizar compras con un propósito: cuando de hacer compras para el hogar se trate, llevar una lista y apegarse a ella es esencial.
Con disciplina y planificación podés transformar cada remesa en una inversión que impulse el bienestar económico de tu familia. ¡Cada remesa es una oportunidad para crecer y prosperar!
